• Gosho Zenshu, pág. 1590 (fragmento)
    Daibyakurenge, septiembre de 1999, pág. 49 a 51.

    Aquel que ofrendó una humilde comida de mijo a un arhat llegó a ser el Buda Tathagata Universal. Aquel que ofrendó al Buda una torta de barro llegó a ser el gobernante del continente de Jambudvipa. Aunque uno realice acciones meritorias, si están dirigidas hacia algo que no es correcto, provocarán un gran mal, y nunca producirán algo bueno. Al contrario, aunque alguien pueda ser ignorante y sus ofrendas magras, si se las ofrenda a una persona que sostiene la verdad, sus méritos serán grandes. ¡Cuánto más cierto en el caso de las personas que con toda sinceridad hacen ofrendas a la Ley Verdadera!
    "The Major Writings of Nichiren Daishonin", Vol. VI, pág. 281.

    Antecedentes

    Las partes inicial y final de esta carta se han perdido, por lo tanto no se conocen la fecha ni el destinatario. Sin embargo, por el contenido del fragmento que se conserva, parece que Nichiren Daishonin la escribió en el monte Minobu para uno de sus seguidores.
    El título "Los cuerpos y las mentes de las personas comunes" deriva de la primera frase de la carta, que también es llamada "Zuijii Gosho".
    Al comienzo de la carta, el Daishonin declara que todos los sutras expuestos antes del Sutra del Loto deben ser clasificados como zuitai, o sea, expuestos de acuerdo con el estado de comprensión de las personas. Esto significa que son enseñanzas provisionales adecuadas a la capacidad de las personas. Por otro lado, el Sutra del Loto es llamado zuijii, o sea, "expuesto de acuerdo con la voluntad e intención del Buda. Esta es la verdadera enseñanza en la que el Buda directamente reveló su propia iluminación. Las enseñanzas provisionales sólo presentan aspectos parciales de la verdad, porque fueron expuestas de acuerdo con la capacidad de las personas. En cambio, la enseñanza verdadera o Sutra del Loto presenta la verdad completa. El Daishonin afirma que quienes abrazan la fe en el Sutra del Loto, aún sin entender su significado, naturalmente obtendrán inmensurables beneficios.

    Luego relata brevemente la historia de la transmisión del Sutra del Loto en los tres países de India, China y Japón, durante los Primeros, Medios y Últimos Días de la Ley, luego de la muerte del Buda Shakyamuni. En esta explicación usa la analogía de las tres clases de mensajeros: el mensajero muy inteligente, que se equivoca al transmitir el mensaje, el mensajero medianamente inteligente, que agrega sus palabras al mensaje y lo hace confuso, y el mensajero que no es inteligente, pero que transmite el mensaje honestamente. Estas tres clases de mensajeros, dice el Daishonin, corresponden respectivamente a los maestros budistas de los Primeros, Medios y Últimos Días de la Ley. La mayor parte del texto de esta carta se concentra en el Día Medio de la Ley, cuando el mensaje del Sutra del Loto fue desplazado por otras enseñanzas. En China, el Gran Maestro T'ien T'ai clarificó la superioridad del Sutra del Loto cuando debatió con los maestros de las diez escuelas del norte y del sur. Sin embargo, luego de la muerte de T'ien T'ai, la posición central del Sutra del Loto fue obscurecida por la introducción desde la India de las escuelas Hosso, Kegon y Shingon. El Gran Maestro Miao-lo vivificó en cierta medida las enseñanzas de T'ien T'ai, pero sus esfuerzos no alcanzaron para restaurar el Sutra del Loto a su anterior puesto de honor irrefutable.

    En Japón, la posición suprema del Sutra del Loto fue establecida por el Gran Maestro Dengyo, fundador de la escuela Tendai japonesa. Sin embargo, durante el mismo período, Kobo fundó la escuela esotérica Shingon, y los sucesores de Dengyo finalmente cayeron bajo su influencia, poniendo al Sutra del Loto en el mismo nivel que las enseñanzas esotéricas. Así el Budismo basado en el Sutra del Loto resultó degradado.

    El Daishonin critica aquí los argumentos presentados por maestros tales como Shan-wu-wei, Kobo, Jikaku y Chisho, señalando que no están basados en los sutras budistas. Al contrario, en el capítulo Hosshi (Décimo) del Sutra del Loto dice claramente: "Dentro de todos los sutras que yo (el Buda Shakyamuni) he predicado, predico ahora y predicaré en el futuro, el Sutra del Loto es el más difícil de creer y comprender", mostrando así que esta es la enseñanza más profunda. Cuando el Daishonin trató de esclarecer el propósito de este párrafo, tuvo que enfrentar persecuciones. Por eso han ocurrido varias calamidades. Por otro lado, explica que aquellos que apoyan al devoto del Sutra del Loto tendrán tantos beneficios como si estuvieran ofrendando al mismo Sutra del Loto. Alaba la fe del destinatario de esta carta, quien en esa época de privaciones y hambre generalizada le había enviado una ofrenda de brotes de bambú al monte Minobu.
    "The Major Writings of Nichiren Daishonin", Vol. VI, pág. 282.

    Puntos principales

    La persecución al devoto del Sutra del Loto provoca la ira de las deidades celestiales y la retribución negativa correspondiente. Esta era la situación de Japón en esa época.
    Aunque se trate de la misma ofrenda, provoca un gran mal cuando son dirigidas a una Ley o una persona incorrectas, en cambio, determina grandes beneficios cuando se hace el ofrecimiento a la persona y a la Ley correctas.
    En un mundo convulsionado, donde la vida diaria era muy dura, ofrendar al Daishonin y al Sutra del Loto era como plantar una semilla en la tierra de la buena fortuna.

    Explicación

    Esta carta fue enviada por el Daishonin, quien se encontraba en el Monte Minobu, a un creyente que le había enviado una ofrenda de brotes de bambú y otros alimentos. Alabando la sinceridad de este creyente, el Daishonin explica que ofrendar al devoto del Sutra del Loto produce inmensurables beneficios.

    Cuando se hace una ofrenda, es fundamental la sinceridad¸ el sincero afán de contribuir de alguna manera al Budismo y al Kosen Rufu. Este sincero afán es lo que produce inmensurables beneficios.
    Uno de los diez discípulos principales de Shakyamuni, Anaritsu, conocido por estar dotado de una visión divina, en una existencia anterior ofrendó a un arhat una comida de mijo. El beneficio de esa ofrenda fue llegar a ser discípulo de Shakyamuni, y recibir la profecía en el Sutra del Loto de que llegaría a ser un Buda en el futuro. También un niño llamado Tokusho Doji sintió tanta alegría al ver al Buda Shakyamuni que le ofrendó una torta de arroz. Shakyamuni profetizó que como beneficio de esa ofrenda, el niño llegaría renacería como el Rey Asoka (rey que siglos después de la muerte de Shakyamuni unificó la India y llevó a cabo un gobierno ejemplar, protegiendo el Budismo).

    De este modo, aunque se trate de una ofrenda muy pobre, cuando es ofrecido al Buda, al practicante del Budismo o a la Ley con sinceridad, esa postura es la que producirá grandes beneficios.
    Por otra parte, por más valiosas que sea la ofrenda que se haga, si está dirigido a algo incorrecto no producirán ningún beneficio, por el contrario, desencadenará grandes males. De ahí que no debamos ofrendar a la secta Nikken, que es calumniadora del Budismo.
    Por otra parte, por más valiosas que sea la ofrenda que se haga, si está dirigido a algo incorrecto no producirán ningún beneficio, por el contrario, desencadenará grandes males. De ahí que no debamos ofrendar a la secta Nikken, que es calumniadora del Budismo.

    Además, el Daishonin dice que aunque los beneficios de ofrendar al Buda y al practicante del Budismo son grandiosos, los mayores beneficios surgen de ofrendar a la Ley. La Ley Verdadera es el Sutra del Loto, la Ley Mística contenida en la profundidad del Sutra del Loto. La Ley Mística es la Ley que condujo a la iluminación a todos los Budas. Por lo tanto, la ofrenda a la Ley Mística y al devoto del Sutra del Loto, quien está luchando con toda su vida para propagar esta Ley Mística, es un acto incluso superior a hacer ofrenda al propio Buda. En definitiva, ofrendar a la Ley Verdadera, es ofrendar al Kosen Rufu, o sea, dedicarse a las actividades por el Kosen Rufu en sí mismas.